sábado, 14 de abril de 2012

GRANJITA DEL MALL AVENTURA

Nuestros Corresponsales visitaron La Granjita del Mall Aventura Plaza

Escolares aprenden a
querer a los animales
Conocieron de manera didáctica secretos para la crianza de animales domésticos, siembra de plantas y quedaron sorprendidos con los 40 cm. de la lengua de María Rosa.

Indira Lázaro Julián
IEP. Interamericano

El último sábado, los Corresponsales Escolares del diario La Industria conocimos a María Rosa, un ser que tiene 15 años de edad, y posee una lengua de más de 40 centímetros de largo y produce más de 35 litros de leche; además tiene un pelaje imponente, que dejó con la boca abierta a más de uno. No se trata de ningún extraterrestre, sino de la vaca engreída de La Granjita, donde nos esperaba el gerente, Roberto Marín Pella con unos sombreros.
La Granjita es un lugar fascinante ubicada en el Mall Aventura Plaza. Allí hay un gran número de animalitos domésticos, y donde el guía, Walter Bardales nos explicó que los pollos pueden reconocer hasta 100 rostros de sus compañeros; además pueden ver toda clase de color e incluso la luz ultravioleta, que los humanos no podemos percibir.
En cuanto a los patos aprendimos que son muestra de unión ya que duermen y andan siempre juntos. Poseen en su buche una bolsa de aire, que les permite flotar con mucha facilidad. Los patos grandes no se mojan porque durante su crecimiento producen una glándula que les permite a sus plumas repeler el agua.
En la Granjita también hay una hermosa yegua, la cual su apariencia nos anunciaba que provenía de un cruce de un caballo de paso y una yegua. Luego nos enteramos por el gerente que La Granjita, que descendía de un caballo tricampeón llamado El Sol de oro de Paiján, cuyo semen valía 5 mil dólares.
Los terneros, ovejas y cabras posaron e hicieron de las suyas frente a las cámaras, pero sin duda, los animales que más robaron las sonrisas fueron los conejos cabeza de león, y estuvo representado por Algodón, que tiene los ojos rojos, que estaban junto al peruanísimo cuy.

























Finalmente en la visita a La Granjita, no sólo conocimos más sobre la vida de los animales, sino que también sirvió para conocernos más entre nosotros y también aprendimos a sembrar plantas. Una gran experiencia que te recomendamos.

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