miércoles, 5 de junio de 2013

EN MUSEO DE ARTE MODERNO


 El centro principal de atracción de este tercer salón, radica en torno a una de sus últimas y más célebres obras
Museo que nos sorprende
Corresponsales Escolares del diario La Industria visitaron imponente lugar que actualmente administra
la UPAO, que todo trujillano debería reconocer y donde podrás encontrar obras de arte valiosas

Mario Barreda
Colegio Seminario San Carlos y San Marcelo

De imponentes paredes color naranja, con columnas de color blanco, nos recibe el Museo de Arte Moderno Gerardo Chávez. En plena carretera a Barraza, se encuentra silente y calmado; mostrándose como una alternativa de cultura para los artistas que buscan un mundo de imaginación.
Su primer ambiente, un patio amplio y fresco, de árboles frondosos que proporcionan una agradable sombra acogedora. En aquel patio, se lucen todo tipo de esculturas en diversos materiales, de artistas nacionales en su mayoría; y uno que otro internacional quienes nos muestran una porción del mundo interno del artista; son mostrados a través de sus distintas esculturas, de toda forma, en materiales que van desde bronce, piedra, mármol hasta madera. Un lugar apto para admirar y tratar de comprender el mensaje que el artista, quiere expresar.
Aquel patio de esculturas, viene a ser la antesala del Museo de Arte Moderno, del reconocido chepenano Gerardo Chávez, cuyo nombre lleva aquel museo, puesto que se muestra una colección de más de 90 piezas de sus distintas manifestaciones artísticas, escultura y pintura.
Un pequeño corredor, al principio del recorrido del museo, nos conduce a una versión miniatura de dos de sus principales, más reconocidas y más renombradas esculturas; “La procesión de la papa,” y “El guardián”. Ambas en bronce. En la primera, el artista quiere transmitir la importancia de la papa en la humanidad. Algo tan peruano, tan nuestro; y que en varias ocasiones salvó a muchas personas, y hoy en día no falta en cualquier cocina del mundo.  En cada “ojo”  de la papa, se puede apreciar algo característico de los principales tipos de papa que tenemos en el Perú. Y “El guardián”, el centauro de desproporcionado; que después se mostraría en su tamaño original.
En el corredor se aprecia también un pequeño cuarto en el cual se muestra, distintos afiches a través de la historia, en los que se menciona a Gerardo Chávez, la mayoría de ellos en francés.
Pasando ya, a los que es en sí el museo, en un primer salón apreciamos las primeras obras de Gerardo Chávez, en las que tratando de imitar el arte rupestre; se exponen bosquejos hechos sobre un papel especialmente tratado por el mismo Gerardo Chávez, que le permiten al papel tener una contextura y aspecto pétreo. También se aprecian sus primeras libretas con bosquejos de los personajes que posteriormente se inmortalizarían en sus grandes obras. Todo lo mostrado, vendría a ser la parte del proceso de definición del estilo propio, que caracterizaría a Gerardo Chávez en un futuro, y que alzaría su nombre, a las galerías de arte moderno más famosas del mundo.
El siguiente salón, se exhibía el primer periodo artístico de Gerardo Chávez; uno en el que predominaban los colores fuertes, trabajados sobre tela trabajados al “pastel graso”. Una en particular, que resalta a la vista por su vistosidad y explosión de colores, “Autómatas de carrusel”; nos muestra un pasaje de la vida del artista;  un tanto sombrío. En la obra, el pintor nos transmite la magia que en aquel entonces, irradiaban los carruseles entre los niños. La pintura, nos muestra eso; la magia de un carrusel, la alegría, la algarabía la emoción; que era injustamente restringida a los niños pudientes. Mientras, los otros se perdían en la ilusión, de saber que se siente estar allí. Esas miradas, de aquellos niños, cuyas ilusiones se apagaban por las restricciones ocasionadas por su carencia; se encuentran perdidas en las esquinas y márgenes oscuros de la obra.
También, se muestran en aquel salón; obras inspiradas, en una de las travesías de nuestro artista; por el Sahara; pues en sus cuadros de vivos colores, se aprecian formas que serían esculturas de hielo, que al ser sometidas al penetrante calor del desierto, desfiguraban su forma; y se perdían en un gran charco de agua.
Pasando al siguiente salón, observamos el segundo periodo artístico en la vida de Gerardo Chávez. Sus pinturas, sobre lienzos de fondo negro, en las cuales ya se puede apreciar, los personajes que bosquejaba en sus libretas anteriormente mencionadas. Ubicados de formas diversas, y con detalles muchos; poco a poco vamos conociendo el mundo de un artista; su manera imaginativa y creativa de percibir la realidad, y representarla. Uno de los cuadros, el último ídolo; esconde una historia. Se muestra, a un personaje, enaltecido, en torno a una muchedumbre que lamenta su deceso; se le atribuye este cuadro a la muerte del líder, Víctor Raúl Haya de la Torre, gran amigo del pintor.
Luego se ingresa a un ambiente, que vino a ser la antesala del último gran salón. Se ve cada ve prácticamente ya el estilo propio del artista, consolidado ya en todo su esplendor, el artista, deja los lienzos y la tela, y pinta sobre yute con tierra natural. Se expone una gran obra, principalmente, en la que el pintor buscó expresar el arte Chimú. Pues, se ven hombres con cabeza de pelícanos, peces, aves y distintos personajes propios de la cultura Chimú, diversos detalles que a la vez se han visto plasmados en los frisos de Chanchan.
La atención en aquel salón, rápidamente es robada por los personajes de sus libretas, fabricados de gran tamaño, sobre cartón prensado; y ubicados de tal manera que tapizan las paredes exteriores, del tercer y último ambiente.
En el último gran salón, se exponen muestras, con un estilo totalmente diferente al de sus inicios; personajes imaginarios que en un principio solo existían entre páginas perdidas de unas simples libretas. Ahora, cobran vida; en impresionantes obras que protagonizan la magia del tercer y último salón, en el que se muestra el ya reconocido y establecido estilo del artista, que le proporcionó un gran renombre internacional; y lo puso entre los íconos más representativos del modernismo en el mundo.
En este último salón, se exponen tres monumentales obras, sin contar a la gran columna centra, que muestra a todos los personajes dibujados sobre el cartón prensados, superpuestos unos sobre otros hasta el techo, transmitiendo una sensación de movimiento al lugar.
El centro principal de atracción de este tercer salón, radica en torno a una de sus últimas y más célebres obras. “La procesión de la papa”, cuya versión miniatura se exhibía a la entrada. Aquella obra, es la versión completa, en la cual se muestra el jolgorio de un pueblo serrano, que festeja con ánimos explosivos una procesión; se ven los distintos tipos de expresiones culturales, tales como la infaltable banda que ameniza todo evento, la comida en abundancia, la “vaca loca”, y los cientos y cientos  de pobladores que explotan de júbilo, y sobre sus hombros llevan orgullosos, a la papa, como atracción mayor. Esta obra monumental, hecha sobre yute con tierra natural, consta de 6 cuadros de más de 3 metros cuadrados cada uno,  de manera horizontal, ocupando una pared entera del salón.
Dejando ya el salón, en la puerta nos despide, “El guardián”, el desproporcionado centauro, que custodia la salida de la exhibición.
Ese fue, el recorrido de los Corresponsales Escolares de La Industria, quienes por invitación de la UPAO, administradores del Museo; visitaron sus ambientes y se sumergieron en aquel santuario del arte, que espera con las puertas abiertas; a todos aquellos que busquen un lugar para respirar, apartarse de la realidad y apreciar el arte de verdad.




En el Campus II de la UPAO

Además del Museo de Arte Moderno, también visitamos el Campus II de la Universidad Privada Antenor Orrego (UPAO), ubicada en la carretera a Barraza, donde funciona la Facultad de Ciencias Agrarias y donde funciona la Escuela Veterinaria y Zootenia, y el Centro de Investigación Agropecuaria, donde se aplican las técnicas de corredores biológicos para atraer a los insectos benéficos y, en consecuencia, contrarrestar las plagas que atacan a los frutos de exportación.
“Los corredores biológicos son una técnica que cosiste en sembrar alrededor de los frutos, plantas, como girasol, crotalaria y globo para que atraigan a los insectos benéficos; es decir, avispas y chinches con la finalidad de comerse a las plagas y proteger los cultivos de mango, palto, uva, maracuyá, aguaymanto, mandarina y granado que hemos sembrado en el área de investigación agrícola”, dijo Marcos Saavedra Guarniz, estudiante de noveno ciclo.
Allí se ejecutan el trabajo científico para demostrar que a través de esta técnica se eliminan las plagas y el uso de insecticidas que son perjudiciales para la salud de los seres humanos y el medio ambiente.
Además en la Escuela de Veterinaria y Zootecnia se formar los médicos veterinarios, profesionales integrados a la comunidad, que colabora con el bien común a través de su eficiente desempeño en promoción, control, aprovechamiento y bienestar de la vida animal para beneficio del hombre. Desarrolla actividades de investigación, extensión y asistencia técnica en producción animal, medicina preventiva y curativa, salud pública a través de la inspección de los alimentos de origen animal para consumo humano, conservación del ambiente, entre otros campos de acción.
Los Corresponsales Escolares del Diario La Industria también aprovecharon su estadía en el Campus II de la Upao para dar rendir homenaje al día de la Madre en la persona de dos profesoras, Eda Quispe Alayodel Colegio de San Juan y María Rodríguez Mederos del Colegio Leoncio Prado de Paiján.

Las alumnas del colegio La Asunción, María Celeste Moncada Morales y  su amiga. fueron las encargadas de ofrecer el marco musical, asesoradas por dos ex corresponsales, Belén Panta Rosales y Ana Lucía Gorn Salcedo.


Celebramos y homenajeamos a dos madres en si día.

1 comentario:

  1. Aquel sábado fue muy bonito pues nos llevaron al Campus II de la UPAO donde vino vaquitas, ademas dos alumnas nos deleitaron con una bella canción como la de "Titanic", por el día de la madre a las docentes Eda Quispe y María odríguez Mederos.

    Colegio: El Buen Pastor

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