También estuvimos en los petroglifos de Yonán
“Nunca olvidaremos viaje a Gallito Ciego”
Conocimos los laboratorios de control de plagas y de biotecnología. Además vimos el espectáculo que se origina al abrir las válvulas.
Kenyi Díaz Oshiyama
kenyi93@hotmail.com
“Nunca olvidaremos viaje a Gallito Ciego”
Conocimos los laboratorios de control de plagas y de biotecnología. Además vimos el espectáculo que se origina al abrir las válvulas.
Kenyi Díaz Oshiyama
kenyi93@hotmail.com
La formación de los Corresponsales Escolares del Diario La Industria no sólo se da a través de las capacitaciones en las mejores universidades e institutos de Trujillo, sino también mediante las visitas a los más importantes atractivos turísticos de La Libertad, que nos permiten tener una visión más amplia de la realidad y guardar una relación más estrecha con la coyuntura regional.
Por el anterior motivo, el pasado sábado 17 de octubre, los Corresponsales de La Industria visitamos las instalaciones del Proyecto Especial Jequetepeque Zaña (Pejeza): el Área de Biotecnología y la represa Gallito Ciego; así como el acogedor pueblo de Tembladera donde está el Museo del Colegio San Isidro y los Petroglifos de Yonán, que nos muestran el pensamiento y la cultura avanzada de los pueblos que vivían hace miles de años por esos lares.
Nuestro punto de partida fue el Paseo de las Letras. Hasta ahí, desde tempranas horas de la mañana, llegaron los corresponsales escolares. Ellos llegaban ansiosos de emprender el viaje. Cuando ya estaban todos, se inició con el embarque a la unidad que nos financió la Caja Trujillo. Uno por uno íbamos subiendo al bus sin esperar todas las maravillas que veríamos.
El trayecto, a pesar de que es largo, gracias a las interesantes conversaciones que se entretejieron, resultó demasiado corto. En un abrir y cerrar de ojos ya estábamos frente a un letrero que anunciaba la llegada al Proyecto Especial Jequetepeque Zaña (Pejeza), donde se encuentra la represa Gallito Ciego.
EL RECORRIDO
Iniciamos el paseo con la visita al Área de Biotecnología, donde aprendimos una nueva manera de cultivar plantas en un espacio reducido y con poco gasto de terreno fértil ¿Cuál es esa? Consiste en colocar las yemas de las plantas en un medio de cultivo que contiene aminoácidos, agua y minerales, y que es introducido en un frasco cerrado para evitar su contaminación. Gracias a todo ello, se ha logrado la adaptación de la uña de gato a la costa, a pesar de que sólo se puede cultivar en la selva.
Luego fuimos al Área de Control de Plagas, donde fuimos recibidos por el Biólogo, Víctor Guevara Valverde, quien nos enseñó cómo han logrado reproducir insectos controladores de plagas (es decir, que se alimentan de ellas) para obtener un desarrollo sostenible en los cultivos, evitando el uso de insecticidas, tan dañinos para el medio ambiente.
EN LA REPRESA
Al llegar a la represa de Gallito Ciego, nos recibió la señorita Katherine Deza Navarrete, encargada del Área de Turismo, quien nos explicó que esta represa es la encargada de distribuir agua a los valles de Jequetepeque y Zaña para el riego de los cultivos; así como, proveer de agua a los centrales hidroeléctricas que se encuentran en la parte baja de la represa.
Hay que recordar que en los meses de verano, enero y febrero, el agua de la represa por motivo de las lluvias rebalsa, deslizándose a través de una construcción que se ha realizado para tal fin, lo que origina unas cataratas artificiales, que son muy bonitas a la vista del visitante.
Luego de esta interesante explicación, había llegado el momento de “experimentar” la presión del agua mediante la apertura de una de las válvulas que se encuentra en la parte baja de la represa. Fueron tres, felizmente sólo 3 las veces que abrieron estas válvulas, que botaron a chorros el agua, terminando con más de la mitad de corresponsales empapados, de pies a cabeza, algo que queda escrito en el libro de los recuerdos.
Después de esta húmeda experiencia, abordamos el bus para irnos al pueblo de Tembladera, un hermoso paraje dueño de hermosos petroglifos y de productivas canteras. Ya en la municipalidad, fuimos recibimos por el alcalde de la localidad, Juan José Córdova Zavala, quien muy gentilmente nos dirigió unas palabras de aliento en nuestra labor periodística escolar.
A continuación, el popular “JJ” nos invitó a dar un paseo por la Plaza de Armas, donde nos mostró el colegio San Isidro, emblema del poblado, y las canteras que posee. A mi pregunta: ¿por qué ser alcalde de un pueblo pobre?, él me dijo que “para mí son muy importantes todos y sobre todo cuando tienen un gran legado cultural”.
Cuando acabamos de almorzar, fuimos al museo del Colegio San Isidro, que está ubicado frente a la Plaza de Armas. En este recinto pudimos observar una momia de la Cultura Chimú, que tenía uno de sus brazos tatuado, muestra de poderío en ese tiempo. Además, encontramos muchos huacos de las diferentes culturas que se asentaron en Cajamarca y en La Libertad; así como, objetos de cobre corroídos por el paso de los años.
EN LOS PETROGLIFOS
Luego, nos dirigimos hacia los petroglifos de Yonán, acompañados por uno de sus más grandes y eternos investigadores, José Genaro Yépez Mostacero, natural de la zona y autor del libro “Sabiduría de la Pre Historia Andina de Yonán”, donde explica el origen de los grabados en piedra que existen en la zona y narra algunos cuentos.
Como él nos dijo, visitamos el complejo más grande de petroglifos de la zona. Allí pudimos encontrar grabados antropomorfos, personas con rostros grandes sosteniendo dos báculos, figuras zoomorfas, espirales, al Sol, aves, cactus, flores, actividades de caza, entre otros.
Muy interesante la visita a los petroglifos. Lo indignante es ver la falta de interés del Instituto Nacional de Cultura por el cuidado de nuestros restos arqueológicas y por incentivar el turismo en esa localidad; y la falta de cultura de las personas que visitan esta ruina y que ensucian las piedras grabadas pintándolas con esmalte o corrector.
Este encuentro con la cultura fue muy productivo para los corresponsales, quienes pudieron tener un contacto más cercano con los atractivos que enorgullecen a todos los liberteños y cajamarquinos; en general, a todos los peruanos. Gracias diario La Industria y Caja Trujillo por darnos la oportunidad de conocer esas maravillas.
Por el anterior motivo, el pasado sábado 17 de octubre, los Corresponsales de La Industria visitamos las instalaciones del Proyecto Especial Jequetepeque Zaña (Pejeza): el Área de Biotecnología y la represa Gallito Ciego; así como el acogedor pueblo de Tembladera donde está el Museo del Colegio San Isidro y los Petroglifos de Yonán, que nos muestran el pensamiento y la cultura avanzada de los pueblos que vivían hace miles de años por esos lares.
Nuestro punto de partida fue el Paseo de las Letras. Hasta ahí, desde tempranas horas de la mañana, llegaron los corresponsales escolares. Ellos llegaban ansiosos de emprender el viaje. Cuando ya estaban todos, se inició con el embarque a la unidad que nos financió la Caja Trujillo. Uno por uno íbamos subiendo al bus sin esperar todas las maravillas que veríamos.
El trayecto, a pesar de que es largo, gracias a las interesantes conversaciones que se entretejieron, resultó demasiado corto. En un abrir y cerrar de ojos ya estábamos frente a un letrero que anunciaba la llegada al Proyecto Especial Jequetepeque Zaña (Pejeza), donde se encuentra la represa Gallito Ciego.
EL RECORRIDO
Iniciamos el paseo con la visita al Área de Biotecnología, donde aprendimos una nueva manera de cultivar plantas en un espacio reducido y con poco gasto de terreno fértil ¿Cuál es esa? Consiste en colocar las yemas de las plantas en un medio de cultivo que contiene aminoácidos, agua y minerales, y que es introducido en un frasco cerrado para evitar su contaminación. Gracias a todo ello, se ha logrado la adaptación de la uña de gato a la costa, a pesar de que sólo se puede cultivar en la selva.
Luego fuimos al Área de Control de Plagas, donde fuimos recibidos por el Biólogo, Víctor Guevara Valverde, quien nos enseñó cómo han logrado reproducir insectos controladores de plagas (es decir, que se alimentan de ellas) para obtener un desarrollo sostenible en los cultivos, evitando el uso de insecticidas, tan dañinos para el medio ambiente.
EN LA REPRESA
Al llegar a la represa de Gallito Ciego, nos recibió la señorita Katherine Deza Navarrete, encargada del Área de Turismo, quien nos explicó que esta represa es la encargada de distribuir agua a los valles de Jequetepeque y Zaña para el riego de los cultivos; así como, proveer de agua a los centrales hidroeléctricas que se encuentran en la parte baja de la represa.
Hay que recordar que en los meses de verano, enero y febrero, el agua de la represa por motivo de las lluvias rebalsa, deslizándose a través de una construcción que se ha realizado para tal fin, lo que origina unas cataratas artificiales, que son muy bonitas a la vista del visitante.
Luego de esta interesante explicación, había llegado el momento de “experimentar” la presión del agua mediante la apertura de una de las válvulas que se encuentra en la parte baja de la represa. Fueron tres, felizmente sólo 3 las veces que abrieron estas válvulas, que botaron a chorros el agua, terminando con más de la mitad de corresponsales empapados, de pies a cabeza, algo que queda escrito en el libro de los recuerdos.
Después de esta húmeda experiencia, abordamos el bus para irnos al pueblo de Tembladera, un hermoso paraje dueño de hermosos petroglifos y de productivas canteras. Ya en la municipalidad, fuimos recibimos por el alcalde de la localidad, Juan José Córdova Zavala, quien muy gentilmente nos dirigió unas palabras de aliento en nuestra labor periodística escolar.
A continuación, el popular “JJ” nos invitó a dar un paseo por la Plaza de Armas, donde nos mostró el colegio San Isidro, emblema del poblado, y las canteras que posee. A mi pregunta: ¿por qué ser alcalde de un pueblo pobre?, él me dijo que “para mí son muy importantes todos y sobre todo cuando tienen un gran legado cultural”.
Cuando acabamos de almorzar, fuimos al museo del Colegio San Isidro, que está ubicado frente a la Plaza de Armas. En este recinto pudimos observar una momia de la Cultura Chimú, que tenía uno de sus brazos tatuado, muestra de poderío en ese tiempo. Además, encontramos muchos huacos de las diferentes culturas que se asentaron en Cajamarca y en La Libertad; así como, objetos de cobre corroídos por el paso de los años.
EN LOS PETROGLIFOS
Luego, nos dirigimos hacia los petroglifos de Yonán, acompañados por uno de sus más grandes y eternos investigadores, José Genaro Yépez Mostacero, natural de la zona y autor del libro “Sabiduría de la Pre Historia Andina de Yonán”, donde explica el origen de los grabados en piedra que existen en la zona y narra algunos cuentos.
Como él nos dijo, visitamos el complejo más grande de petroglifos de la zona. Allí pudimos encontrar grabados antropomorfos, personas con rostros grandes sosteniendo dos báculos, figuras zoomorfas, espirales, al Sol, aves, cactus, flores, actividades de caza, entre otros.
Muy interesante la visita a los petroglifos. Lo indignante es ver la falta de interés del Instituto Nacional de Cultura por el cuidado de nuestros restos arqueológicas y por incentivar el turismo en esa localidad; y la falta de cultura de las personas que visitan esta ruina y que ensucian las piedras grabadas pintándolas con esmalte o corrector.
Este encuentro con la cultura fue muy productivo para los corresponsales, quienes pudieron tener un contacto más cercano con los atractivos que enorgullecen a todos los liberteños y cajamarquinos; en general, a todos los peruanos. Gracias diario La Industria y Caja Trujillo por darnos la oportunidad de conocer esas maravillas.
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